“Ah, ustedes los cuerdos -le contesté sonriendo-. ¡Pasiones, embriaguez, locura! Ahí están ustedes los defensores de la moral, impávidos, ajenos. Censuran al ebrio, sienten repulsa por el loco, pasan de largo como un cura y, como los fariseos, agradecen a Dios por no haberlos hecho como a uno de ellos. Más de una vez estuve embriagado, mis pasiones nunca estuvieron muy lejos de la locura, y no me arrepiento de lo uno ni de lo otro. Porque a mi manera he aprendido a comprender que a todos los hombres capaces de hacer algo extraordinario, algo imposible, siempre se los calificó de ebrios y locos.
[...]
Ustedes, hombres sensatos, cuerdos, avergüéncense.”
Goethe
- Nadie se deja ser un "bicho raro"
ResponderEliminar- solo vos te animas!
- :O
- ...
te comparto un pequeño diálogo con mi amada!