"La vida no es, como nos han enseñado, una página escrita que nos aguarda. Cada día, a cada momento, escogemos lo que somos, lo que sentimos y lo que creemos. Nuestras palabras y nuestros hechos no son otra cosa que elecciones. Yo escogí moverme en la delgada línea que separa el bien del mal, y cerré los ojos. Entregué a otros mi vida y permití que ellos decidieran qué sería yo.”
Melocotones helados, Espiro Freire
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