"A veces pienso que a la hora de morir, suponiendo que no muera en un accidente aéreo o de un infarto o de cualquier otra muerte repentina, podría tener tiempo de rememorar mi vida y entonces seguramente sentiría el bochorno de haber estado tan entretenido, de no haber buscado la intensidad en el dolor o en la alegría, de no haber arriesgado, de haber eludido el conflicto, el desequilibrio, el vértigo. Qué horror, morir sabiendo que has zapeado toda tu vida para evitar las emociones fuertes."
La ética de la crueldad, José Ovejero
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