Era la mejor equilibrista del mundo.
Sus pies parecían pegarse al tenso cable de acero y avanzaban sin titubeos.
Firme, recta.
Cruzó de un edificio a otro.
Cruzó de un lado del acantilado al otro.
Cruzó sobre un turbio río.
Incluso cruzó sobre fuego.
Su equilibrio era perfecto.
Pero en aquella función,
en esa vieja carpa de un país nevado,
Miró por un instante hacía el público y la vió.
A causa del golpe no recuerda nada más.
eme
Simplemente precioso, como siempre...
ResponderEliminar"Mis pensamientos corrieron a una distracción".
ResponderEliminar: )
ResponderEliminarNo sé cómo llegué aquí aquel día.
ResponderEliminarDesde entonces te leo, cual fan fascinada. Es como la canción de Sidonie, 'Fascinado'. Hoy te la dedico, por ser la primera vez que me sale la pulsión de dejarte un comentario.
Sin duda, ésta ha sido mi entrada favorita.
¡Gracias & sigue!
Qué bonito!!! Me encanta!! ;)
ResponderEliminarRqueR
Gracias por los comentarios!
ResponderEliminarAnónima, gracias por la dedicatoria de la canción. Me alegra que te hayas animado a dejarme un comentario. Ya sabes que cuando quieras, por aquí estoy :)